Paul Taylor, uno de los padres de la danza moderna, falleció recientemente en la ciudad de Nueva York a sus 88 años de edad, después de 60 años de carrera durante los cuales desafió las convenciones e influyó profundamente en la creación coreográfica.

Lisa Labarado, una portavoz de la compañía que él fundó en Manhattan, la Paul Taylor Dance Company, confirmó a la AFP el fallecimiento del coreógrafo, como consecuencia de una «deficiencia renal».

Con él desaparece el último gigante de la danza moderna, después de la muerte de Martha Graham, Merce Cunningham o Pina Bausch.

«Paul Taylor era uno de los grandes coreógrafos del mundo, y su fallecimiento entristece profundamente no solo a quienes trabajamos con él sino también a personas de todo el mundo que habían sido tocados por su arte incomparable», dijo el director artístico de la compañía, Michael Novak, en un comunicado.

Vale destacar que Taylor jugó un papel clave en fusionar la danza clásica y la contemporánea, incorporando elementos de la experimental a la que se practicaba en la década de 1950.

Con información de nota de prensa

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