Aunque resulte insólito, la Muralla China está desapareciendo. Paulatinamente, una de las edificaciones más emblemáticas de Asia, ha sido desmantelada, ladrillo a ladrillo, situación que ha puesto en jaque a las autoridades chinas y que les ha obligado a actuar en contra de los posibles grupos organizados que están cometiendo el delito, atentando contra este patrimonio de la humanidad.

El área de Cultura del Gobierno chino pondrá en marcha una campaña para acabar con el vandalismo que atenta contra este valioso monumento, declarado Patrimonio Universal de la Humanidad por la UNESCO en el año 1987, y una de las principales fuentes de turismo de la nación asiática. La agencia de noticias Xinhua asegura que queda menos del 10% de la superficie de la muralla en buen estado, y que la edificación, que corresponde al período Ming, ha desaparecido en un 30%.

Esta edificación serpentea buena parte del territorio de China, abarcando al menos unos 21.000 kilómetros de la zona norte. Las autoridades, harán revisiones regulares para cerciorarse de que las administraciones locales estén haciendo la vigilancia y conservación pertinente, así como acatando las medidas de protección vigentes, impuestas desde hace más de una década.

La lluvia, el viento y las tormentas son responsables de la erosión que sufre la estructura, correspondiente al imperio Ming. Sin embargo, el hombre también ha hecho su aporte en el deterioro de esta milenaria edificación.

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