Ya no hay marcha atrás, reciba o no el Nobel, el galardón ya le fue adjudicado y nadie puede cambiar eso, pero los integrantes de la academia no están dispuestos a mover un solo dedo para forzar la presencia de Dylan en la capital sueca el próximo mes de diciembre, cuando se llevan a cabo una serie de eventos relacionados con la entrega de este reconocimiento.

Bob Dylan, que desde hace muchos años no ha establecido ningún tipo de contacto con los medios, debería acudir a principios de diciembre a Suecia para dar una rueda de prensa, una conferencia (que en su caso podría ser sustituida por un concierto) y asistir a la ceremonia de premiación, en la que estarán presentes los reyes de esta nación europea.

Los eruditos de la Academia Sueca aseguran que la actitud de Dylan no tiene precedentes. Sartre renunció al Nobel por correspondencia, Pasternak fue forzado a rechazar el galardón (que recibió años más tarde) y otros dos favorecidos no asistieron a la ceremonia por problemas de salud, pero la situación del músico norteamericano es indignante.

Cuando se hizo el anuncio de su elección como Nobel de Literatura, una mención en su página web fue publicada y retirada a los pocos minutos. En su concierto en Las Vegas, horas luego de  la noticia, Dylan no hizo mención alguna al galardón y cerró su actuación con esta frase: “Why try to change me now? ¿Por qué intentar ahora que cambie?”.

Hace solo unos días se tuvo noticias de la respuesta de Dylan a la academia. El músico de Minnesotta aseguró que irá a la premiación en Estocolmo… «si puede».

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